12 julio, 2010

Fascismo, fatal realidad

Los textos de historia que actualmente se imparten en las escuelas de América Latina y otras partes del mundo, limitan el uso del término “fascismo” al período bélico que sufrió la humanidad durante la II Guerra Mundial.

Este se asocia solo a los regímenes encabezados por Hitler, Mussolini e Hirohito en Alemania, Italia y Japón respectivamente. Más no usa este concepto para describir las dictaduras que se instauraron a lo largo del siglo pasado, quizá en parte porque los gobiernos establecidos, son herederos de estas dictaduras autócratas o simplemente porque ellos mismos usan los métodos de represión propios de esta doctrina.

Recordemos que puede tacharse de fascismo a todo acto que atente contra las garantías que ofrece la democracia. Así pues es correcto calificar al gobierno mexicano y a su presidente de fascistas, pues llegaron al poder mediante un fraude que violo el sufragio efectivo, además de los casos de agresiones que se han dado en contra de militantes de la oposición. México ha sufrido los estragos del fascismo por poco más de setenta años, el partido oficial (PRI) fue y sigue siendo manipulado por las clases altas que no permitían la formación y expandimiento de otros partidos, así los grupos que exigían una apertura democrática del sistema, recibían golpes y asesinatos, tal fue el caso de los estudiantes asesinados a manos del ejercito la noche del 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco.


El fascismo sigue vigente, no ha desaparecido, ni desaparecerá mientras exista la la ambición de poder. El capitalismo se vale de estas prácticas para imponer su sistema de destrucción por ello es necesario que las masas se concienticen para destruir estas ideologías.